martes, 17 de mayo de 2011

El Juego y los Niños de 0-4 años.

Piaget clasifica las etapas evolutivas de la persona haciendo una distinción sobre los elementos predominantes en cada una de ellas.
Para conocer y entender al juego como un recurso educativo en las edades mencionadas, es necesario conocer las características que componen a cada una de ellas.
 Con esta edad distinguimos dos etapas: la Etapa Sensoriomotriz y la Etapa del Pensamiento Preoperativo.

Etapa Sensoriomotriz (0-2 años)

-       0-2 meses: Actividad Refleja

Esta, es una etapa caracterizada por las actividades reflejas.
Desde el nacimiento hacia los dos meses de edad el niño ejerce reflejos básicos como la succión, el asimiento, el llanto, etc.
Su concepto del objeto es todavía muy escaso ya que no diferencia a los objetos de sí mismo.

-       2-4 meses: Primeras Diferenciaciones

Durante el segundo mes hacia los 4 meses de edad, las conductas reflejas empiezan a modificarse; surgen conductas nuevas y se ‘inicia un proceso de coordinación sensorial’ (WADSWORTH, 1992; 40), el niño empieza a coordinar el movimiento de sus manos y su boca, la ubicación de objetos con sus ojos y también de estímulos auditivos.
Su concepto del objeto ha evolucionado y el niño es capaz de evoca el recuerdo de los objetos. Sus acciones todavía carecen de intencionalidad, es decir el niño no inicia conductas con cierto fin. ‘Sólo se puede inferir la intencionalidad de la conducta cuando el inicio de las conductas no es un acto reflejo’ (WADSWORTH, 1992; 43).

-       4-8 meses: Reproducción de Fenómenos y Acontecimientos

La conducta del niño es más dirigida a los objetos externos que a su propio cuerpo. Empieza a reproducir sucesos que son interesantes para él en base a sus acciones con los objetos; por esto, el niño evoluciona en su intencionalidad procurando la repetición de las conductas que captaron su interés. Es decir, empieza a ejecutar conductas con un objetivo. Inicia su noción de permanencia del objeto.
Egocentrismo marcado al mirarse a sí mismo como causa principal de toda actividad.

-       8-12 meses: Coordinación de Esquemas

Con su vertiginoso desarrollo intelectual, el niño empieza a valerse de medios para alcanzar sus fines. ‘tiene la capacidad de combinar conductas adquiridas previamente con el propósito de conseguir un objetivo’ (Piaget 1952).
Su relación con los objetos evoluciona en cuanto a conceptos de tamaño y forma y es conciente de que los objetos además de sí mismo, generan actividad.

-       12-18 meses: Invención de Nuevos Medios

El niño empieza a crear y buscar nuevos medios para solucionar problemas nuevos, todo a partir de las habilidades adquiridas en los períodos anteriores. Su concepto del objeto ahora incluye Desplazamientos Secuenciales, es decir, busca los objetos en el lugar del último desplazamiento visible y no en un lugar predeterminado.
En su noción de causalidad, comprende que los objetos y las demás personas son capaces de realizar actividades.

-       18-24 meses: Representación

Se inicia el proceso de la inteligencia representativa; su búsqueda de medios ya no se da por medio de la experimentación (ensayo-error) sino por medio de la representación mental (razonamiento) de secuencias de acción, así el niño elabora mentalmente las soluciones a los problemas.
La permanencia del objeto se ha consolidado y el niño es capaz d encontrar y buscar objetos que han sido escondidos por medio de un desplazamiento invisible. Es decir, conoce que los objetos son permanentes. La relación causa efecto está desarrollada; ‘adquiere la capacidad de construir las causas por medio de sus efectos’ (WADSWORTH, 1992; 58)


Etapa del Pensamiento Preoperativo (2-7 años)

Dentro de esta etapa, en el presente trabajo manejamos el desarrollo hasta los 4 años de edad.
Esta etapa se caracteriza por la aparición de nuevas aptitudes en los niños ya que ‘se desarrollan habilidades de representación y socialización de la conducta’ (WADSWORTH, 1992; 63). Todas las representaciones significativas de sí mismo y de los acontecimientos contribuyen a la formación de la inteligencia del niño.
En esta etapa del pensamiento o desarrollo cognitivo del niño, Piaget resalta la percepción sensomotora sobre el razonamiento, es un período pre-lógico que establece las bases para un razonamiento lógico en las etapas posteriores. Algunas características que se destacan durante esta etapa según Piaget son:

   Egocentrismo: en esta etapa, el egocentrismo del niño es muy marcado, ya que todas sus acciones y pensamientos no se encaminan hacia los demás sino hacia sus propios intereses y jamás cuestiona sus propios pensamientos. Observando los niños hasta sus 4 años d edad contemplamos el juego simbólico; una forma de autoexpresión en la que el niño no busca comunicarse con los demás. ‘el pensamiento de los niños y sus compañeros entran en conflicto y su pensamiento egocéntrico va cediendo ante la presión social’ (WADSWORTH, 1992; 75).

   Razonamiento Transformacional: los razonamientos de un niño de esa edad respecto de las transformaciones son muy superficiales, puesto que ellos no centran su atención en la transformación mediante la que un estado cambia a otro, sino que la centran en los elemento de dicha secuencia. Piaget afirma que,
      El niño no centra su atención en el proceso de transformación de un estado    original a uno final, sino que la centra exclusivamente en un estado intermedio…pasa de un proceso de percepción a otro, pero no es capaz de integrar una serie de sucesos a una relación de principio a fin.’ (WADSWORTH, 1992; 76)

   Centrismo: está puramente supeditado a la percepción que el niño tiene sobre los objetos, por ello, el niño tiende a captar aspectos puramente limitados de algún suceso ya que sólo responde al estímulo visual. ‘Todas las actividades cognoscitivas están dominadas por aspectos de la percepción’ (WADSWORTH; 1992; 77).

   Reversibilidad: esta etapa se caracteriza por la incapacidad el niño para revertir operaciones que le han sido enseñadas o presentadas. Todo esto, según Wadsworth se da gracias a que las actividades motoras y perceptivas que tiene el niño son netamente irreversibles.

   Conservación: se expresa en la conservación mental de una dimensión cuando se han efectuado cambios en otras dimensiones, es decir, la conservación ‘es la conceptualización de que el monto o cantidad de algo sigue siendo el mismo a pesar de los cambios que sufra’ (WADSWORTH, 1992; 79) A medida que las etapas del pensamiento del niño van avanzando, el niño aprende a conservar número, área y volumen, condiciones básicas para un buen desarrollo del pensamiento lógico en la etapa de operaciones concretas y formales.

El desarrollo social y del lenguaje a lo largo de esta etapa son un factor determinante en cuanto a la funcionalidad de los juegos y la adquisición de hábitos en los niños de 0-4 años de edad.

Según esto, pueden hacerse distinciones sobre la clasificación de los juegos según la etapa y la edad. Tomando como referencia a Piaget podemos ordenar los tipos de juego de acuerdo a las características de cada etapa evolutiva del niño, según las cuales surgen los juegos progresivamente. Esto no significa que el aparecimiento de una etapa elimine totalmente a la anterior sino que se resalte un tipo de juego sobre otro. ‘así, cronológicamente el juego pasa de ser sensoriomotriz, a simbólico, apareciendo en una última etapa del juego de reglas.’ (BARTOLOMÉ, GORRIZ, PASCUAL, GARCÍA, 1993; 488)

Tipos de Juego



-       Juego de Ejercicio (sensoriomotriz)
Este tipo de juego responde a las necesidades de estimulación sensorial de los niños de 0-2 años promoviendo el movimiento y el conocimiento del entorno teniendo como referencia primera a su propio cuerpo y mediante la manipulación y exploración de los objetos.

-       Juego Simbólico
Responde a la capacidad de representación del niño (a partir de los 3 años) en la que adopta distintos roles o se convierte en distintos personajes a la vez que adapta a los objetos características con una funcionalidad distinta. ‘A través de él se acerca a la realidad y lo acomoda de acuerdo a sus necesidades’ (BARTOLOMÉ, GORRIZ, PASCUAL, GARCÍA, 1993; 488).

-       Juego Reglado[1]
Suscitado a partir de los 5 años de edad corresponde a la máxima evolución lúdica. Dadas las características y necesidades de la etapa es necesario infundir en los niños el respeto por las normas, los compañeros y los límites para evitar conflictos grupales ya que ‘el juego de reglas supone aprender a compartir y respetar al otro’ (BARTOLOMÉ, GORRIZ, PASCUAL, GARCÍA, 1993; 489)

Rocío Bartolomé en su libro Manual para el Educador Infantil (Tomo 2) ofrece una clasificación más significativa para la edad infantil dentro de la población estudiada en la presente investigación. El juego puede clasificarse:

-       Por la libertad de elección y desarrollo del juego por parte del niño:
a) Libre
     b) Dirigido.
-       Por el aspecto desarrollado en el niño:
a)    De expresión
b)    Intelectuales (memoria, observación)
c)    Motrices
d)    Sensoriales
e)    De adquisición de conocimientos
f)     Afectivos y sociales.
-       Por la existencia de normas:
a)    De reglas
b)    Sin reglas.
-       Por le número de niños que juegan:
a)    Individual
b)    Colectivo
-       Por el apoyo o recurso material que utilice:
a)    Con material (recursos del adulto o del niño)
b)    Sin material (el propio cuerpo)
-       Por el lugar donde se realiza:
a)    De interior
b)    De exterior

De acuerdo a la edad del niño, su evolución y desarrollo integral, la forma en que juega determina su aprendizaje, su avance, su comprensión y de esa manera también sus característica intelectuales.
Por todos estos motivos, la educación inicial debe apuntar al desarrollo y aplicación del principio del juego en su proceso de E-A.




[1] Este tipo de juego no corresponde a la etapa estudiada en el proyecto, sin embargo pertenece a la clasificación Piagetiana del juego realizada en la parte superior.


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